sábado, 20 de mayo de 2017

LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN.
Disciplinas: Conjunto de reglas de comportamiento para mantener el orden y la subordinación entre los miembros de un cuerpo o una colectividad en una profesión o en una determinada colectividad.
Inserción: Acción y efecto de incluir o introducir una cosa en otra 
Abocar: Hacer que una persona se aproxime a alguna cosa, especialmente a algo que es peligroso.
Colectivo: Que pertenece a un grupo de personas o es compartido por cada uno de sus miembros.
Perennidad: Posibilidad de que una cosa dure de forma indefinida.

La educación representa un proceso por medio del cual el ser humano adquiere distintas herramientas para su inserción en la sociedad y su realización personal. En este proceso intervienen distintas disciplinas con el propósito de facilitar su comprensión, guía y estudio.
Hernández (2003) señala que se debe entender por educación el proceso mediante el cual se ejerce una determinada influencia sobre la “nueva generación” con el propósito consciente o no de inculcarle una serie de normas, valores y comportamientos que les permita a todos y cada uno de sus miembros realizar los roles sociales para los cuales han sido formados individual y colectivamente.
Este proceso está orientado, desde esta perspectiva, hacia la modificación del comportamiento individual o social de las personas, lo que conlleva, por parte del educando, la interiorización de una serie de valores e ideales que la sociedad considera importante preservar para garantizar su perennidad. Se podría decir entonces que la educación es activa y práctica, se somete a normas y reglas, las cuales constituyen los métodos y procedimientos, y parte de una imagen del mundo, de la vida y del ser humano para “crear o modelar” un individuo “bello y perfecto” (Lemus, 1969).
Por lo tanto, la educación cumple importantes funciones dentro de la sociedad, entre ellas: conservar la cultura de grupo por medio de su transmisión de generación en generación; integrar y diferenciar a los individuos como parte de un entorno social con características específicas y ofrecer a la economía el recurso humano calificado para impulsar la producción (Hernández, 2003).
En resumen, se podría decir que la educación es un proceso permanente y dinámico que le brinda al individuo herramientas para su realización personal, que a la vez busca el perfeccionamiento de este, y la inserción consciente de la persona en un mundo social al inculcarle reglas, comportamientos, conocimientos, contenidos escolares, valores, entre otros, acordes al entorno cultural en cual se encuentra inmerso.
Dadas las condiciones actuales de la sociedad y con perspectivas hacia el futuro es necesaria una educación donde se desarrollen competencias y no solamente un conjunto de saberes. Es decir, se requiere de un proceso que “prepare para la vida” y para las distintas situaciones que el ser humano debe enfrentar. La educación debe crear mecanismos para que el estudiante se interese por participar activamente en su propio crecimiento y desarrollo. Pero también es necesario crear una conciencia sobre la prioridad que debe tener la educación como medio para el desarrollo de un país, por lo que la inversión que se haga en ella debe ser considerable y “real” para superar las dificultades que han afectado a esta en distintos países y desde hace varios años.
La institución educativa debe ser el espacio con las condiciones necesarias y mínimas para un adecuado desarrollo del proceso educativo (infraestructura, recursos, entre otros). Por tal razón, debe generar las condiciones de educabilidad para que ello se dé (atender las necesidades y expectativas de los estudiantes, adecuarse al contexto, normas y reglas de conducta y aprendizaje claras, entre otras) y garantizar el acceso y equidad en todo el proceso.
Se debe abocar por una educación que privilegie el desarrollo de las habilidades de aprendizaje, de discernimiento, de manejo de los números y la lectura analítica. Esto incluye también reformular la educación superior para que las actividades no solo se orienten a la formación de profesionales sino a la investigación y difusión del conocimiento, donde se inviertan más y mejor los recursos para el fortalecimiento de la formación de los futuros profesionales y donde se atienda las exigencias del mundo globalizado.

CUNORTE.
ORIENTACIÓN Y ASESORÍA EDUCATIVA.
LIC. EN PSICOLOGÍA.
JUAN PEDRO ORTIZ RIVERA.

Bibliografía:
Aguerrondo, I. (1999). El nuevo paradigma de la Educación para el siglo. Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Recuperado de http://www.campusoei.org/administracion/aguerrondo.htm
Bello, M. (2001). Reformas y Políticas Educativas en América Latina. Acción Pedagógica, Vol. 10., Nº 1 y 2, pp. 14-25. Recuperado de http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/16974/1/art2.pdf

Hernández, Á. (2003). Introducción a la Ciencias de la Educación. Tercera edición. Ediciones UAPA. Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

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